El pasado día 9 de octubre, se celebraron las Jornadas de devolución de la situación del Tejido Asociativo en Mairena del Aljarafe -Sevilla-. En ellas asistieron un buen número de entidades y se debatieron los principales aspectos que vienen a definir la realidad de las asociaciones en este municipio.

A partir de ahora se inician dos procesos de formación que confluirán en una sesión conjunta el 14 de diciembre; uno dedicado a la Participación Interna en las asociaciones y otro sobre presupuesto participativos que impulsa Taraceas S.C.A.

Según las personas participantes, podemos afirmar que las principales necesidades formativas de las entidades son:

– Participación Interna.
– Subvenciones, captación de recursos y relaciones con las administraciones.
– Trabajo en Red con otras entidades: comunicación y relación.
– Trabajo en Equipo y toma de decisiones.

Lee más para conocer otros aspectos de interés.

Los puntos fuertes son:

– El trabajo de las asociaciones, dando respuestas a demandas que no cubren las administraciones y haciendo de enlace entre el ayuntamiento y la ciudadanía.
– Tejido asociativo numeroso y diverso. El voluntariado, las personas de las entidades.
– Instalaciones. Públicas y asociativas.
– Predisposición del ayuntamiento, de los servicios y profesionales, su trato y ayuda, atención rápida y gestión ágil. Facilitan medios y recursos.
– Iniciativas para hacer formación asociativa.

Los puntos débiles son:

– Problemas de comunicación entre el ayuntamiento, las asociaciones y la ciudadanía.
– No conexión entre asociaciones de diferentes campos temáticos. Asociaciones que no se relacionan, están encerradas en sí mismas. Desconocimiento entre asociaciones. Falta de nexo entre asociaciones.
– Falta de apoyo económico y de cualquier tipo tanto público como privado a las entidades.
– Diferencia de trato a las asociaciones.
– Escasa participación, miedo al compromiso. Personas que exigen mucho pero no colaboran. Poca asistencia a las asambleas. Críticas destructivas hacia personas de las entidades. Falta de apoyo social a las entidades sociales.
– Dispersión entre los barrios y zonas del municipio.
– El ayuntamiento confunde participación con asistencia o información.
– Poca proyección externa y visibilidad de las entidades.
– Ser una ciudad dormitorio y tener un censo que no refleja la realidad de la población con un consiguiente descenso de los recursos que llegan al ayuntamiento.