¿Qué es poner la vida en el centro?
¿Sabéis qué el ártico será completamente navegable en 2020? ¿Y os habéis preguntado cuál es el por qué?
El por qué no es nuevo, pero sí que requiere un trabajo de concientización que no sabemos bien hasta qué punto las personas; en concreto las personas blancas, de nivel económico alto y europeas queremos trabajar y poner en práctica en nuestros espacios más cercanos.
Poner la vida en el centro es algo que muchas organizaciones, colectivos y asociaciones del tercer sector llevamos tiempo preguntándonos o trabajando. Pero es tarea difícil y requiere de tiempo y análisis para llegar a la raíz de la cuestión. A su vez tampoco es cómodo, porque realizar un análisis de investigación, indagación y profundización del tema, llega a tocar estructuras muy bien ancladas, tanto en nosotras mismas como en las relaciones que tenemos con el ecosistema, entendiendo este término de manera global y estructural.
Hablar de participar para poner la vida en el centro, es hablar de que cada una de nosotras y nosotros somos ecodependientes e interdependientes . Dicha afirmación choca frontalmente con la lógica y creencia de que cada persona es independiente, autónoma y puede sostenerse por sí misma.
En este sistema depredador, donde prima más el beneficio que las personas, la acumulación frente al reparto, la lógica monetaria frente a la lógica de la justicia social… es difícil vernos como partícipes de dicha estructura.
Esta lógica esta basada en un orden social, político y económico patriarcal, el cual ha desprestigiado a lo largo de la historia el mundo de la cultura, de lo natural y de lo reproductivo. Mientras el mundo de las ideas y de lo productivo, ha sido construido por los hombres, que eran los que desarrollaban las ideas, las normas, las leyes,..
La lógica patriarcal que ha sostenido esta explotación ha creado una vida insostenible; insostenible con el resto de personas e insostenible con el planeta, por lo tanto, insostenible con la propia vida.
Poner la vida en el centro, supone respetar la vida, mimarla, cuidarla, esperar sus tiempos, sus necesidades, supone realizar un trabajo profundo de transformación sociocultural y de retorno a la naturaleza. Dentro del sistema imperante, supone realizar un proceso de educar para desobedecer, construir resiliencia, reconstruir y comenzar a crear desde lo que nos atraviesa, desde la propia vida.
Poner en la vida en el centro, supone realizar un proceso de ruptura patriarcal y androcéntrica, supone trastocar las formas de construir, apostando por poner en valor las diferentes miradas, formas y limites, al igual que los límites del planeta. Por lo tanto, supone hacer un trabajo desde la raíz de la estructura.
Estas fueron algunas de las reflexiones del trabajo realizado junto a Yayo Herrero (antropóloga, ingeniera, investigadora y activista ecofeminista), y grandes fueron las ganas y la ilusión con las que salimos de este maravilloso encuentro, para construir conjuntamente, desde la propia vida, en consonancia con la naturaleza, con la vida y con las personas con las que nos encontramos. Buscando nuevas estrategias que pongan la vida en el centro, tanto en nuestras estructuras organizativas como en nuestros proyectos. Sabemos y estamos completamente de acuerdo en que se trata de justicia social y medio ambiental. Está en nuestras manos, construir vidas, que valgan la pena vivirlas
Itsaso Palacio y Minerva León
Red de Educación para la Participación Juvenil Creando Futuro de Bizkaia