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Un padre da de cenar a su hijo durante una asamblea

Nos escribe Verónica Rodríguez Touzard y nos dice: «Por suerte me ha llegado el libro de «Las reuniones».  En mi caso me está sirviendo de gran utilidad para mi profesión y mi trabajo. Pero leyendo en  el libro, hay  una parte con lo siguiente: «si en nuestras reuniones deben participar mujeres que se ocupan de sus hijos/as…», creo que sería más recomendable poner «personas», porque es un término más inclusivo y más adecuado. Muchas gracias y disculpen las molestias.»

Tiene razón Verónica, con demasiada frecuencia damos por hecho que el cuidado de los/as hijos/as (y el cuidado en general) es tarea exclusiva de las mujeres, siguiendo las pautas interiorizadas de la sociedad y la cultura patriarcal en la que nos hemos criado. Pero esta es una visión equivocada, y afortunadamente aprendemos cada día que el cuidado de los/as hijos (y el cuidado en general) es algo que trasciende los géneros y que corresponde por igual a hombres y mujeres, a padres y madres. Así se percibe, por suerte, cada día en más y más hombres que asumen su papel en los cuidados.

Nos comprometemos a corregir ese error en futuras ediciones de los Cuadernos Prácticos para Asociaciones.