OLYMPUS DIGITAL CAMERADurante tres jornadas, en la última y calurosa semana de junio, trabajamos con una veintena de técnicas y técnicos municipales, de distintas áreas y departamentos, en el curso «Acciones para Transversalizar la Participación en la Gestión Municipal» organizado por la Unidad de Formación del Ayuntamiento de Córdoba.

Se trataba de preguntarnos por las maneras de facilitar la comunicación, la coordinación y la cooperación interdepartamental para favorecer el desarrollo de la participación ciudadana desde el conjunto de la acción del ayuntamiento cordobés y sus diferentes áreas de actuación.

El Ayuntamiento de Córdoba es y ha sido, durante muchos años, un referente nacional e internacional de las políticas de locales de participación ciudadana que han sido también un referente fundamental para este curso.

Los tiempos que vivimos no son fáciles para la participación ciudadana, que ha sufrido especialmente el impacto de los recortes presupuestarios, como si fuera un campo temático más de trabajo y no una necesidad y un objetivo que recorre la totalidad de la acción municipal.

La situación de los colectivos ciudadanos tampoco es buena, no solo por las consecuencias de la crisis sobre sus magras economías, muy dependientes de los presupuestos públicos, sino por el agotamiento de un viejo modelo organizativo que a menudo se ha visto desbordado por los profundos y continuos cambios que vive nuestra sociedad.

Todo ello hace que, hoy más que nunca, sea preciso plantearnos como enfocar y llevar a cabo las políticas de participación ciudadana en la comunidad local, y a ese objetivo respondía el curso que se desarrolló en Córdoba.

En las tres intensas jornadas de trabajo, con la activa participación de un grupo entusiasta de técnicas y técnicos municipales, pudimos revisar los conceptos, hacer balance de las políticas desarrolladas en los años pasados, identificando los aprendizajes que se derivan de ellos, y plantear nuevas estrategias para mejorar la coordinación y la cooperación interdepartamental, para «transversalizar» la participación ciudadana.

Y, en ese último sentido, dedicamos un tiempo a construir puentes «internos» entre los distintos departamentos, analizando las condiciones de comunicación y trabajo en equipo que se requieren para alcanzar objetivos comunes en el fortalecimiento de la participación ciudadana.

Los tiempos que corren son más de incertidumbres que de certezas, también respecto a la participación ciudadana, y nos invitan sobre todo a reinventar las estrategias, las formas de acción. Pero, sobre todo, nos señalan la necesidad de fortalecer la motivación y el compromiso profesional (y social, y político) con la tarea de construir una comunidad local más democrática y participativa, más solidaria y cohesionada.