Son más de veinte años dedicados a este proyecto colectivo que apuesta por la Educación para la Participación como un recurso imprescindible para poder construir Otro Mundo Posible.
El CRAC siempre fue un «proyecto en crisis», por razones internas o por razones externas, porque siempre es muy difícil construir equipos y/o porque el entorno social y político de la participación ciudadana nunca ha sido favorable a ésta (salvando las excepciones).
A pesar de ello, entre las muchas (muchísimas) cosas recibidas en este tiempo, hay dos que quiero destacar.
En primer lugar, las personas, porque este camino lo hemos recorrido y recorremos con algunas de las mejores personas que la vida nos ha regalado. Gracias a todas ellas.
En segundo lugar, los aprendizajes, porque siempre hemos aprendido de todo lo que vivimos, incluidos los abundantes fracasos que nos comimos.
Hemos conocido a muchas organizaciones, asociaciones y colectivos de todo el país, de todos los países que forman esta España difícil (y otros muchos de la América Hermana), hemos acompañado algunos de los más apasionantes proyectos de participación social y ciudadana que aquí se han intentado, hemos compartido sueños e inventado herramientas para cambiar el mundo.
Y ahora os presentamos nuestra página web renovada, en la que se respiran muchas de estas cosas que aquí comparto.
Gracias por todo.